
Navidad

Gómez Soriano

Un recuerdo a Tom Lehrer que murió este año y a los vídeos con sus canciones que veíamos hace 10 años





Dibujo para los vasos reutilizables de la fiesta de fin de curso del instituto.





Un día, mientras Atenea estaba en un banquete, en el que interpretaba a la perfección el aulós, Hera y Afrodita se burlaban de ella a causa de sus mejillas hinchadas por el aire. Atenea se hartó y se escondió en un bosque de Frigia, tocó el aulós y miró su imagen reflejada en el agua de un río. Mientras soplaba el aulós, sus mejillas comenzaron a hincharse y su rostro comenzó a congestionarse. Luego arrojó el aulós y lanzó una maldición sobre cualquiera que lo recogiera.
Concurso entre Apolo y Marsias.
El aulós fue recuperado por el sátiro Marsias. Se trabó con el aulós y ni siquiera tuvo tiempo de llevarlo a sus labios, recordando la música de Atenea el aulós empezó a tocar solo. Viajó a Frigia después de Cibeles, deleitando a los agricultores que dijeron que el propio Apolo no lo podía hacer mejor con su lira. Marsias retó a Apolo a un concurso de música con las Musas y Midas de jurado. El ganador tendría derecho a infligir la pena de su elección al perdedor. Ambos tocaron de forma tan perfecta que las Musas no pudieron decretar un vencedor, entonces Apolo retó al sátiro a tocar su instrumento cabeza abajo. Apolo cantaba acompañándose de la lira y exigió a Marsias que hiciera lo mismo. Evidentemente Marsias no podía tocar el aulós y cantar al mismo tiempo y las Musas declararon ganador a Apolo.Después de derrotar a Marsias se vengó de él, por haber osado retar a un dios, suspendiéndole de un pino y despellejándolo vivo.
La gente tiende a idealizar la comida de sus abuelas solo porque están muertas. La realidad es que no cocinan tan bien.








Presentación en canva


Cambio climático, crisis energética, adicción a la tecnología, consumo a ultranza Nuestro modo de vida nos aboca inexorablemente al colapso y a la extinción, pero lo hemos interiorizado y normalizado. Hemos comprado el relato. Nos hemos habituado a que el dinero sea el fin último, a entregarnos diariamente al consumo voraz de ficciones escapistas sin verdadero sentido, a creer que los seres humanos somos malos por naturaleza. En estos tiempos de premura y zozobra, nos queda sin embargo una herramienta muy poderosa, nuestra seña de identidad como seres humanos: la imaginación. Miguel Brieva, el autor de Dinero, Bienvenido al mundo o La gran aventura humana, persigue con anhelo, cual cazarrecompensas sin ánimo de lucro, una salida a tanta resignación, un nuevo relato colectivo: se busca un futuro posible en el que desear vivir.
MIGUEL BRIEVA | Se busca un futuro posible en el que desear vivir




Canon G12
Carretera Fontanars – La Font de la Figuera
